"No hay que conformarse con sentirse mal": una neurocientífica explica cómo reprogramar tu cerebro para sentirte mejor
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La neurocientífica Ana Ibáñez asegura que el cerebro es un órgano "vivo y moldeable" que puede entrenarse para cambiar la manera en que pensamos, sentimos y reaccionamos ante la vida.
En una entrevista en La Rosa de los Vientos, explicó cómo lograr lo que ella llama "belleza mental", un concepto que va más allá de la salud psicológica y que busca alcanzar equilibrio, energía y bienestar interior.
No se trata solo de tener salud mental, sino de gustarte como piensas, de levantarte por la mañana con ganas de vivir y saber que puedes reformular tu día. La belleza mental es algo que se entrena, y lo mejor es que se contagia
Entrenar la mente para cambiar la energía
Ibáñez, ingeniera y neurocientífica, ex deportista de élite y fundadora de Mind Studios, defiende que el cerebro puede entrenarse igual que un músculo. La clave está en aprender a generar energía mental positiva y romper los patrones que nos llevan al desánimo o la inercia.
Si el cerebro tiene más energía, genera pensamientos más positivos y somos más bellos mentalmente. No hay que conformarse con sentirse mal: podemos cambiarlo, y eso es algo muy cerebral
La experta sostiene que cada persona puede "reprogramar" su cerebro aplicando pequeñas pautas diarias: poner atención consciente a las emociones, visualizar los logros antes de alcanzarlos, cuidar la respiración y practicar la calma. Son herramientas que ayudan al cerebro a salir del modo automático y recuperar el control.
La atención, un tesoro en peligro
Durante la conversación con Bruno Cardeñosa y Silvia Casasola, Ibáñez advirtió sobre la "tormenta de información" en la que vivimos, que dispersa nuestra mente y reduce la capacidad de concentración.
Nunca el cerebro humano ha tenido que procesar tanta información, tan rápida y tan cambiante. Hoy nuestra atención está bajo asedio, pero sigue siendo nuestro mayor tesoro. Donde pones tu atención, estás poniendo tu vida
La neurocientífica recomienda aprender a seleccionar conscientemente los estímulos: decidir qué redes sociales seguir, qué conversaciones mantener o qué pensamientos alimentar. "La atención es como una linterna: lo que iluminas, existe para ti; lo que no, desaparece", resume.
Estrés, intuición y cuerpo: aliados del cerebro
Ibáñez también invita a dejar de ver el estrés como un enemigo. Según la neurociencia, reinterpretarlo puede convertirlo en un aliado para rendir mejor:
El estrés no es malo en sí mismo; es el cuerpo poniéndose a trabajar para ti. Lo importante es darle el significado correcto
Otro aspecto clave es escuchar al cuerpo, que a menudo detecta los desequilibrios antes que la mente. "El cuerpo habla primero. Si notas una tensión, una incomodidad, una sensación que no encaja, pregúntate qué te está queriendo decir", aconseja.
En la entrevista, Ibáñez también reivindicó el valor de la intuición, que define como "una sabiduría interna que surge de nuestras experiencias y emociones". Para ella, prestar atención a esas corazonadas es otra forma de aprovechar el conocimiento que el cerebro ya posee, aunque no siempre lo exprese de forma racional.
Un ejercicio para alcanzar la calma mental
Para demostrar que la mente puede entrenarse, Ana Ibáñez compartió en directo un ejercicio de un minuto que ayuda a alcanzar la calma activando las llamadas ondas alfa, asociadas a la serenidad y la claridad mental.
Solo tienes que cerrar los ojos e imaginar el espacio que hay entre tus orejas, entre tu nariz y tu barbilla. Cuando haces esto, tu cerebro cambia de frecuencia y se relaja. Es inmediato
Según la neurocientífica, bastan unos segundos al día de atención plena y respiración consciente para devolver al cerebro al equilibrio natural y recuperar la paz mental.
La belleza mental se contagia
Ibáñez concluye que cuidar la mente no es solo un acto individual, sino un gesto de generosidad.
La belleza mental se contagia. Una persona que se cuida, que tiene buenos pensamientos y energía positiva, transmite esa frecuencia a los demás
Su mensaje es claro: podemos rediseñar nuestra mente y nuestro día a día. La neurociencia demuestra que, con entrenamiento y consciencia, cada persona puede elegir qué pensamientos cultivar y cómo sentirse mejor cada día.




